sábado, 21 de abril de 2007

Muerte obscena


En la patagonia argentina, en Puerto Madryn, una trabajadora del sexo de 22 años murió contaminada por inyecciones de lubricantes para aviones que le aplicaban para aumentar el tamaño de sus tetas, porque quería atraer a más clientes.

Su abuelita la abrazó antes de que la encerraran en la caja.

Se distingue lo real de la ficción?

6 comentarios:

Blog de alma dijo...

Parece que nos vamos tal como vivimos

AnaR dijo...

Lo espeluznante puede ser tan real como ficticio...

Abrazos

SUAVE CARICIA dijo...

por tener un cuerpo cada vez mas paetitoso para las miradas de los demas ya no se mide los riesgos.
cuando comprendamos que la belleza es aquella del alma, sabes me he encontardo con tipos que tienen esposas bellas delagadas, regias, pero siempre tienen algo que no les gusta, tambien he me encontrado con mujeres con maridos mmmmm regios, igual encuentran que no son del todo bien,
el ser humano nunca esta conforme con lo que es o tiene.

dejo suaves caricias

Antona dijo...

Lo leo y no lo puedo creer.¿cuanto vale una vida?
que asco me da la raza "humana"
bss

Oli dijo...

no, no se distingue. seguramente si se hizo implantes de aceite es porque no podia pagarse las siliconas. y un aumento de tetas es aumento de clientes, o una mejor cotizacion. que lastima que se muriera una persona asi. preferiria mil veces que se caiga muerto cualquiera de los hijos de puta que andan de traje por la vida, que lamentablemente, los hay y en cantidades alarmantes. saludos.

MentesSueltas dijo...

Pasaba a dejar un abrazo, repleto de energía y paz.
Desde Buenos Aires, MentesSueltas